Los programas ya han beneficiado a 2,724 familias.
Por: Joanisabel González: elnuevodia.com
El gobernador Luis Fortuño ordenó la extensión de los incentivos para la compra de vivienda, iniciativa que sirvió de alivio al sector de los bienes raíces en el 2009 al promover la venta de unos $341 millones en hipotecas.
Fortuño informó de su determinación ayer, luego de una reunión con su consejo de economistas, cuando también reiteró que su administración está decidida a utilizar todas las herramientas a su alcance para impulsar la economía.
El mandatario sostuvo que la extensión del programa hasta el verano surge en respuesta al hecho de que los incentivos están dando frutos.
“Vamos a estar asegurándonos de que haya suficiente dinero para el programa de bonos, por lo menos hasta el verano”, dijo Fortuño mientras agregaba que en los meses de noviembre y diciembre se registró “un aumento significativo” en el número de casos gestionados.
De acuerdo a datos de la Administración para el Financiamiento de la Vivienda (AFV), hasta el 19 de enero, los incentivos para la compra de vivienda -que forman parte del Programa de Estímulo Criollo (PEC)- han hecho posible que unas 2,724 familias hayan adquirido un hogar.
George Joyner, a cargo de la AFV, indicó que hasta el 19 de enero, han otorgado 2,347 bonos para gastos de cierre que equivalen a $11,873,000 en fondos desembolsados por el gobierno. “Esos bonos incentivaron compraventas con un valor ascendente a $287,864,000”.
Mientras, hasta la misma fecha, la AFV había avalado 725 segundas hipotecas que, en conjunto, suponen otros $12 millones. Esos préstamos, que el consumidor utiliza para el pronto pago de la residencia, redundaron en ventas ascendentes a $122.5 millones.
Joyner explicó que tanto la cifra total de ventas como las familias beneficiadas es menor que los totales de ambos incentivos, ya que unas 348 personas utilizaron ambos programas para comprar su propiedad.
Asimismo, mencionó que los programas prácticamente comenzaron en agosto pasado debido a que la agencia tuvo que esperar por diversos asuntos técnicos como la aprobación del gobierno federal para poder dar curso a la iniciativa.
“La combinación de los dos programas está haciendo su labor”, agregó el funcionario al recalcar que las personas beneficiadas son consumidores que pueden hacer el pago de una hipoteca, pero no tienen el pronto pago o recursos para los gastos de cierre.
A fines del año pasado, el gobierno modificó los términos del programa de incentivos para permitir que familias con un ingreso de hasta $125,000 pudieran beneficiarse del estímulo gubernamental. También se elevó el precio de las propiedades hasta $300,000 y se extendió la vigencia del programa hasta marzo próximo.
Asimismo, sostuvo que pese a que se aumentaron los límites de participación, los más beneficiados han sido personas de clase media, pues el precio promedio de las viviendas adquiridas asciende a $122,000.
El programa de incentivos incluye hasta un bono de hasta 5% de los gastos de cierre y/o acceder a una segunda hipoteca, de hasta $25,000, para el pronto pago de la unidad de vivienda.